La subida al puerto de San Glorio, en la divisoria de Cantabria y de Leon, es espectacular. La carretera zigzaguea y dobla en mil revueltas un puerto vertiginoso donde la niebla de la mañana rueda por las laderas de las montañas como una suave gasa otorgando a tan formidable paisaje un halo de misterio. El verdor de los prados circunda al caserio que recostado en la vega del rio parece dormitar perezoso.
martes, 13 de abril de 2010
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Menuda foto. Bonita composición y atmósfera.
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