La niebla de la mañana cubre de humedad las laderas de las montañas y se desliza ladera abajo como en girones de gasa hasta el fondo del valle. El blanco de la nieve de las cumbres de las montañas contrasta con el verde esmeralda de los prados de la vega del rio donde se apiñan las casas de la aldea.
martes, 13 de abril de 2010
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IMPRESIONANTE
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