Las primeras nieves caidas en el otoño parecen presagiar la inminencia del crudo inviervo. Pronto el sol que parece acariciar las fachadas de las casas, dara paso al viento gelido que se colara entre las montañas y a la nieve y la ventisca que cubrira el verdor de las praderas con un manto blanco.
jueves, 1 de abril de 2010
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