En un ensanchamiento de la garganta del rio Deva, en un enclave lleno de magia, se encuentra esta joya del arte prerromanico, fechada en el 915, y que ha llegado hasta nuestro dias en un magnifico estado de conservacion. El templo ofrece una deliciosa armonia de volumenes en los que juegan un papel principal los elementos arabizantes, los capiteles visigoticos y los detalles prerromanicos. Dentro se conserva una talla del s. XII, la Virgen de la buena leche, de gran devocion en la comarca y una estela celta que hace las veces de frontal de altar del s. VI. Pero lo verdaderamente magico es el lugar en si, que es unico y de una extraordinaria belleza.
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